La nueva ministra de Educación, Isabel Celaá, tendrá en sus manos liquidar la Ley Wert
En el Ministerio de Educación, tendrán que decidir qué van a hacer con la Ley Wert y
con sus artículos más polémicos, como la financiación pública a
colegios que segregan por sexos.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido separar la cartera de Educación, la de Cultura y la de Universidades. Durante el mandato de Íñigo Méndez de Vigo, estas dos competencias estaban unidas junto a Deporte. A partir de ahora, Educación dependerá de Isabel Celaá y el área universitaria será responsabilidad de Pedro Duque, ya que está incluido en el recién creado Ministerio de Ciencia.
La nueva ministra de Educación, Isabel Celaá, responsable de esta materia en el Gobierno vasco del lehendakari Patxi López entre 2009 y 2012, tiene varios desafíos por delante. El principal será determinar cuál va a ser el futuro de la LOMCE. En marzo, el secretario general socialista fue el encargado de dinamitar el pacto de Estado educativo ante la negativa del Partido Popular a fijar un suelo de inversión.
Pedro Sánchez tomó las riendas de la negociación y con 24 horas de antelación planteó un ultimátum al Gobierno de Rajoy. “Si no ponen encima de la mesa una propuesta de inversión de la educación pública conforme a lo que pasa en otros países, que es situarla en el 5% del PIB, el PSOE se levantará de la mesa”, apuntó en rueda de prensa.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido separar la cartera de Educación, la de Cultura y la de Universidades. Durante el mandato de Íñigo Méndez de Vigo, estas dos competencias estaban unidas junto a Deporte. A partir de ahora, Educación dependerá de Isabel Celaá y el área universitaria será responsabilidad de Pedro Duque, ya que está incluido en el recién creado Ministerio de Ciencia.
La nueva ministra de Educación, Isabel Celaá, responsable de esta materia en el Gobierno vasco del lehendakari Patxi López entre 2009 y 2012, tiene varios desafíos por delante. El principal será determinar cuál va a ser el futuro de la LOMCE. En marzo, el secretario general socialista fue el encargado de dinamitar el pacto de Estado educativo ante la negativa del Partido Popular a fijar un suelo de inversión.
Pedro Sánchez tomó las riendas de la negociación y con 24 horas de antelación planteó un ultimátum al Gobierno de Rajoy. “Si no ponen encima de la mesa una propuesta de inversión de la educación pública conforme a lo que pasa en otros países, que es situarla en el 5% del PIB, el PSOE se levantará de la mesa”, apuntó en rueda de prensa.
Financiación
Los populares no dieron su brazo a torcer y los socialistas se levantaron de la Mesa.
El equipo de Sánchez asume ahora el compromiso presupuestario elaborado
por el Ejecutivo de Rajoy, que supone el 3,8% del PIB para 2018. La
portavoz socialista de Educación, María Luz Martínez Seijo, recriminó a
Méndez de Vigo en su última comparecencia como ministro que la inversión nacional se aleja de la media europea (5,3%).
Pasar página de la Lomce
Este nuevo Gobierno tiene la oportunidad de “pasar página de la LOMCE”, una de las diez prioridades programáticas
que presentaron en enero los socialistas para “transformar España” y
“liderar el país”. Sin embargo, tendrán que hacer frente a esta decisión
sin la otra pata relacionada con la Educación que reivindicaron en ese
decálogo, la “suficiencia presupuestaria”. Los retos que subrayaron a
comienzo de año eran tres: reducir la ratio alumno profesor –hoy
disparada– luchar contra el fracaso escolar y apostar decididamente por
la Formación Profesional.
La derogación de las cuestiones más polémicas de la Lomce,
como la financiación pública a centros que segregan por sexos o que la
Religión cuente en la nota media, no han llegado a aglutinar por ahora
una mayoría parlamentaria. El reciente fallo del Tribunal Constitucional
que avala estas medidas, tras un recurso presentado por los
socialistas, complica aún más la labor de alcanzar un consenso en el
Congreso.
Diálogo con agentes sociales
Sin embargo, la comunidad educativa tiene esperanzas de
que el Gobierno socialista encuentre “la forma jurídica” para modificar
la normativa. Desde el Sector de Enseñanza de FeSP-UGT, la Secretaria Maribel Loranca ha expresado que desea y espera que la nueva titular del Ministerio de Educación inicie un proceso real para la elaboración de una nueva ley educativa que derogue la LOMCE, haciéndose imprescindible retomar los trabajos para un Pacto Educativo: "Si estando
en la
oposición, el PSOE se reunió con la Comunidad Educativa en diferentes
ocasiones, esperamos que ahora, al frente del Gobierno, negocie de
verdad con ella".
Por su parte, el Secretario General de la Federación de la Enseñanza de
Comisiones Obreras asegura que su sindicato ya está estudiando cómo se
puede cambiar la ley. “Las partes que son orgánicas tienen que pasar por
el Parlamento pero las que no son orgánicas se pueden modificar por
otros mecanismos”, reseña. Desde el sindicato STEs
solicitan a la nueva ministra que “recupere el diálogo con los agentes
sociales y la comunidad educativa” para “agilizar los trabajos para la
derogación de la Lomce”.
Enseñanza 0 a 3 años
Tras año y medio constituida en el Congreso, la
subcomisión donde se debatió el pacto educativo albergó pocos acuerdos,
pero hubo un par de medidas que aglutinaron los apoyos de los cuatro
grandes partidos: que el Estado cubra la enseñanza de 0 a 3 años y que la Filosofía recupere peso en el currículum educativo. El Gobierno de Mariano Rajoy no impulsó ninguna de las dos, así que dependerá de la Ministra promover estas propuestas.
Combatir el acoso escolar
PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos han presentado en el Congreso todo tipo de iniciativas denunciando “el absoluto olvido” del Observatorio Estatal de la Convivencia,
el foro creado para prevenir el acoso escolar, durante los gobiernos de
Mariano Rajoy. A pesar de que el informe ANAR alertó de que en 2016 se
registraron 1.170 casos de acoso escolar, lo que supuso un aumento del
104,2% respecto a 2015.
En relación a este asunto, los socialistas presentaron una PNL
en el Congreso reclamando un Plan Estatal para la enseñanza y
aprendizaje de la convivencia y para combatir el acoso escolar. Ahora
que han llegado al Ministerio, podrán detallar una nueva estrategia para
combatir este problema en las aulas españolas.
Universidad
Todavía no ha echado a andar el nuevo Gobierno y ya hay
sorpresas en el ámbito universitario. Pedro Sánchez ha decidido separar
la Universidad del Ministerio de Educación para meterla en el de
Ciencia, en lo que se interpreta como una apuesta por fomentar la labor
de i+d+I que se realiza en los campus, que durante estos últimos años de
crisis y gobiernos populares ha sufrido un gran retroceso.
El astronauta Pedro Duque será el responsable del devenir
de la institución universitaria durante el tiempo que dure la
legislatura. Y tiene tarea por delante, si se decide a acometerla:
cambiar el sistema de becas, mejorar la financiación de las
universidades, bajar las tasas, atacar la precariedad e inestabilidad
laboral de buena parte de las plantillas docentes, negociar un Estatuto
del Personal Docente e Investigador y el del Personal Investigador en
Formación y, por supuesto, impulsar la investigación científica.
Becas
Con la separación de Universidad y Educación, no queda
claro a quién corresponderán las becas para los estudios no
obligatorios, pero lo que es seguro es que el PSOE querrá cambiar un sistema que lleva criticando desde el mismo día que lo implantó el PP.
Las broncas en la Comisión de Educación del Congreso a cuenta del
sistema y los números han sido notables estos años. Otra cosa será que
pueda cambiarlo. Según explican fuentes del partido, el nuevo decreto
está a punto para ser aprobado, los plazos corren y la convocatoria
tiene que salir ya.
En cualquier caso, el nuevo decreto sí contempla una
reducción de la nota exigida para obtener una ayuda hasta el cinco (el
PP se enmienda a sí mismo, la había subido a 6), aunque los socialistas
querrán ampliar este requisito a todos los cursos, y no solo el primero
como se contempla ahora. Eliminar la parte variable de las becas (que
depende del rendimiento de todos los becados) será otra prioridad, además de acabar con las peticiones de devolución que los populares impulsaron. Los años del PP con las becas se resumen en más becarios, pero que reciben menos dinero, hecho criticado reiteradamente por el PSOE.
Artículo de Daniel Sánchez Caballero y Laura Galaup en eldiariodelaeducación
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