La Lomce sobrevivirá al menos dos cursos al dilatarse en el Congreso los trabajos para una nueva ley educativa
Aunque la LOMCE, la ley educativa del PP diseñada por su ministro José Ignacio Wert, parecía tocada de
muerte, va a sobrevivir al menos otros dos cursos. Los trabajos
parlamentarios en marcha desde diciembre pasado para alcanzar un "pacto
de Estado educativo", que alumbre una nueva ley no tendrán resultado
hasta 2019 como pronto. Si es que al final hay acuerdo.
La subcomisión del Congreso creada ad hoc
para elaborar un informe en el que basar la norma que sustituirá a la
Lomce, se ha concedido otros seis meses para redactar un documento que
los diputados aún no saben cómo abordarán, según confirman fuentes
parlamentarias a eldiario.es.
Pero primero deben terminar las 85 comparecencias de
expertos y expertas. La previsión es que esta fase se cierre en
septiembre. Hasta entonces no se empezará a dialogar sobre el método
para volcar las propuestas, votarlas y plasmar en el informe las que
salgan por consenso.
Lo que resulte irá a pleno y
tendrá que ser aprobado por mayoría simple, aunque solo se trata de una
guía para el Gobierno porque no le obliga a nada reglamentariamente. Es
decir, el Ejecutivo no tiene por qué incluir todos los puntos del
informe en el proyecto de ley que elabore.
El tiempo
que emplee el Ministerio de Educación en esta tarea es, en principio,
indeterminado aunque varios grupos barajan incluir en el dictamen un
plazo de entre seis y nueve meses para tener sobre la mesa el proyecto
de ley de Ejecutivo.
Para algunos diputados, pensar
en esta fase es "precipitarse mucho". "El trabajo de las comparecencias
está siendo impresionante pero ahora toca ponerse de acuerdo. Estamos en
un momento en el que hay voluntad pero la Lomce sigue en vigor y lo
estará en este curso que empieza, con los mismos problemas. Por eso hay
que intentar acelerar", dicen fuentes del grupo socialista.
Ese futuro proyecto de ley del Gobierno tendría un largo recorrido
hasta publicarse en el BOE como ley educativa: aprobarse el Consejo de
Ministros, ir al Congreso, pasar por el periodo de enmiendas, volver al
pleno, ir al Senado, modificarse (o no) y volver al Congreso.
Unos cinco meses de media que podrían prolongarse al tratarse de una
ley orgánica con tiempos renovables para las enmiendas de los grupos –en
función de lo mucho o poco que se ajuste el proyecto del Ejecutivo a lo
acordado– y el trabajo que se haga en la Comisión de Educación con
ellas. La aritmética parlamentaria sin mayorías ya no permite al
Gobierno ir por libre, como pasó con la aprobación de la Lomce.
Tocar la Lomce, un derecho exclusivo del Gobierno
Lo tangible para los que están en las aulas es que aún quedan al menos
dos cursos completos de Lomce, a los que se suman los otros tres que ya
lleva en vigor. Ir modificando la norma
mientras tanto se ha quedado como derecho exclusivo del Ejecutivo
porque el resto de iniciativas –sean o no de carácter legislativo– están
hipotecadas por este proceso, a nivel simbólico y también
reglamentario.
En el último año, el ministro de
Educación ha utilizado la vía directa y unilateral del real decreto para
dar marcha atrás con algunos aspectos polémicos de la ley que heredó de
su antecesor, el exministro José Ignacio Wert. Algunas de esas
modificaciones, como la de las reválidas o los itinerarios de ESO, se
hicieron con el visto bueno de las comunidades. Pero no ha pasado lo
mismo con otras, como permitir obtener el graduado en ESO con menos de un cinco.
"Estamos en un estado de buena esperanza, digamos, pero mientras el
Gobierno sigue con sus políticas", subrayan fuentes de Unidos Podemos.
"Durante este tiempo el Ejecutivo continúa haciendo, como ha hecho con
el decreto de becas que va a aprobar próximamente pese a que el Congreso y el Consejo Escolar del Estado ha mostrado su desacuerdo con el sistema", añaden en el PSOE.
Esta situación de bloqueo del debate educativo es consecuencia de un
acuerdo de los diputados para convocar la subcomisión con las
características de una comisión, la única manera de que sea abierta al
público. Al considerarse como tal, no hay espacio para otra cosa porque
los grupos, además, han convenido que el pacto acapare completamente
todas las sesiones.
Iniciativas bloqueadas
Si hubiera una proposición de ley, como pasó con la del PSOE para la paralización de la Lomce – aprobada por la mayoría del Congreso y hoy bloqueada por un recurso del Gobierno en el Constitucional y la amplicación reiterada del periodo de enmiendas– ,
esa iniciativa no entraría en la Comisión de Educación hasta que se
complete el proceso de elaborar el informe, un paso imprescindible para
continuar con su tramitación.
Unidos Podemos pedirá
que el trabajo sea mixto cuando acaben las comparecencias para ir dando
salida a ese montón de proposiciones e iniciativas que están guardadas
en un cajón desde diciembre. Solo este grupo tiene
acumuladas una decena, entre ellas una propuesta de reforma de las
enseñanzas artísticas superiores para que sean equiparadas al ámbito de
la universidad o la modificación de algunos artículos del decreto de
2012 que avaló buena parte de los recortes educativos y que aún está
parcialmente en vigor.
La gestación del pacto ha
dejado en la sombra del debate otros temas, como un proyecto de ley de
prevención de los riesgos en los colegios o la petición de que ser madre no penalice
a la hora de contabilizar los tiempos de actividad docente de las
profesoras de universidad que quieran acceder a la cátedra, ambas del
grupo Ciudadanos.
Artículo de Sofía Pérez Mendoza en eldiario.es: "La LOMCE sobrevivirá al menos dos cursos al dilatarse en el Congreso los trabajos para una nueva ley "La educativa"
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