Eva Romero, la profesora "harta": 'Para educar a un niño hace falta una tribu entera'
"Estoy harta de aguantar la mala
educación de un porcentaje cada vez más alto de alumnos, el
proteccionismo de los padres y los cambios de normas de la
Administración". Así de contundente se mostraba hace unos días en el
claustro de profesores del IES Isidro de Arcenegui de Marchena (Sevilla)
Eva María Romero Valderas, una profesora de 45 años de edad y 19 de experiencia cuya carta se ha hecho viral.
Leída en el claustro, fue reproducida por La Voz de Marchena,
y a partir de ahí no ha tenido fronteras. Lleva tiempo aguantando, pero
que un padre le dijese que "está ahí para aguantar" ha sido la gota que
ha colmado el vaso, desahogándose en una carta en la que aclara que no
tiene "nada en contra del equipo directivo". "A mí, que
yo sepa, me pagan para enseñar, no por aguantar. Harta de la sociedad,
que encumbra a seres que presumen de su ignorancia, que valora a un
futbolista o a un 'nini' más que a una persona con estudios, respetuosa y
educada (...) Estoy harta de aguantar la mala educación con la que
llegan, cada vez en mayor porcentaje, los niños al Instituto. La falta
de consideración, no digo ya de respeto, hacia mi persona cuando entro
en las clases, que parece como si entrara el viento por la ventana".
Son algunos de los argumentos que expone en esa carta, con la que bromea en una conversación con eldiario.es
explicando que se le ha podido ir de las manos, pero a la vez se
congratula de que su mensaje haya llegado, y esté calando entre la
gente. Se disculpa, eso sí, por el retraso en atender a la prensa,
porque "tengo que seguir con mi vida y mis clases".
Hay veces que uno provoca un eco con las cosas que se va de las manos
Es verdad, pero cómo iba a imaginar yo que algo así podía tener tanto
eco. Lo escribí para mis compañeros de claustro, y en todo momento he
querido dejar claro que le he dado voz a un sentimiento general, porque
lo que cuento en la carta no es más que el reflejo de la atmósfera que
respiramos.
Porque, en la Educación, ¿hay muchas cosas que se nos escapan a los padres?
Hay cosas muy desconocidas, como los finales de trimestre, que son muy
duros y cuando cambian el sistema de evaluación, normas, leyes…, todo es
mucho más duro. Hay veces que hemos acabado exhaustos. En Navidad
tuvimos una conversación algunos compañeros, y hablamos de que a este
ritmo no podemos vivir. Nadie ve este trabajo, lo que hacemos las tardes
que nos reunimos.
Por ejemplo, para poder hacer mi
trabajo y recopilar datos de alumnos me he comprado una tablet de mi
bolsillo y aprendido a usar el programa. Si un niño pestañea hay que
recogerlo, es muy duro.
Y lo ha contado en el claustro, en el meollo de ese sufrimiento
En el primer claustro que hemos tenido he querido recoger el sentir
general, poner voz, y no somos los únicos. Sí es verdad que es algo que
no he hecho para salir más allá del claustro, aunque salió de allí e
internet hizo el resto. Lo que quiero que todos entiendan es que la
educación no es sólo cosa de los padres, porque está la administración,
que gestiona las normas y las leyes, los padres, los niños y nosotros,
los profesores. En medio están los valores morales que mueven todo.
Es una pelea dura, y desigual
Yo aspiro a una sociedad justa, comprometida, solidaria, crítica, y lo
que se promueve va justamente en contra. Se fomenta el egoísmo, no
trabajar y ganar, la fama, el yo primero... Para educar a un niño hace
falta una tribu entera, y nosotros no podemos ser la única parte que
tire de los valores de un niño. Es difícil dar clases rompiendo los
moldes.
¿A eso se unen los continuos cambios en las leyes educativas?
Yo empecé dando clase en Bachillerato y COU. Me encanta dar clases, y
muchas veces les digo a los alumnos que me da igual dar una cosa u otra.
Lo que me gusta es transmitir. Tanto cambio de leyes cansa, soy la
primera que dice que es verdad, que hay cosas obsoletas. A veces siento
envidia cuando veo ejemplos en Europa, viendo que todo lo burocrático lo
lleva personal nexo, y el profesor se dedica a dar clases. En Europa te
das cuenta de que hay cosas que no nos deberían tocar a nosotros. Nos
come un montón de tiempo.
Como ejemplo, mi centro
hace 6 años tenía un presupuesto de 140.000 euros, y este año de 83.000.
Esa es la inversión en educación. No quiero hablar de política, pero es
la realidad.
¿Y qué reacciones percibe a su iniciativa”
Sinceramente, de apoyo total. Mis compañeros me abrazan, se les saltan
las lágrimas. Tengo mensajes de los padres en la web de centro, apoyos
desde Venezuela, Colombia, profesores de Málaga, del País Vasco. Esto no
es un problema de Marchena, es algo global.
Entrevista de Fermín Cabanillas en eldiario.es/andalucia: "Eva Romero, la profesora harta: Para educar a un niño hace falta una tribu entera"
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