Los profesores abren las puertas del armario: "Es una responsabilidad con el alumnado LGTBI"

Los primeros días de curso Ana Ojea pidió a sus alumnos una ficha con datos personales y ella también les entregó la suya. En ella ponía que está casada con una mujer. Marian Moreno salió del armario en clase hace 16 años y a las pocas horas una compañera se le acercó para decirle que "a los suyos" les había tenido que regañar porque habían dicho que era lesbiana. Cuando Carlos Canencia llegó al instituto en el que ahora trabaja, ningún alumno o alumna se había mostrado abiertamente homosexual. Ahora sí. Ana, Marian y Carlos no son los únicos profesores que han decidido salir del armario en las aulas, pero no es algo habitual. La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) señala que la mayor parte de la población LGTBI no es visible en su puesto de trabajo. Pero más allá de una necesidad personal, muchos se lo toman como una apuesta pedagógica y aplican a rajatabla el tradicional lema feminista "lo personal es político&qu