Ángel Gabilondo: "La educación no es hacer empleados dóciles, sino ciudadanos activos y libres"
El exministro de
Educación y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel
Gabilondo, no acepta que España necesita un gran cambio en la educación
"porque no es un desastre". Pero alerta de la progresiva
mercantilización de la educación, donde se está imponiendo de manera
“peligrosa” términos como competitividad y rentabilidad. “Claro que
estoy a favor de la excelencia, pero desde la igualdad de oportunidades.
La educación tiene que fomentar el derecho a la diferencia, pero sin
diferencia de derechos”.
Gabilondo ha lanzado estos mensajes durante su conferencia Humanizar la vida,
con la que ha cerrado en Bilbao una serie de mesas redondas organizadas
por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi bajo el
lema ¿Qué sociedad, qué educación, qué sindicato?.
El exministro ha comentado sobre la situación de la educación en España:
"El desafío que tenemos, ya que se ha logrado la universalización, es
hacerla compatible con la calidad, mejorando el proceso educativo pero
sin perder lo que tanto ha costado lograr, un sistema educativo
inclusivo, diversificado, universal, una gran conquista social". Sobre
la situación de la educación en España, Gabilondo lleva mal las
comparaciones que de manera recurrente se hacen, por ejemplo, con
Finlandia. "En 1900, en Finlandia no había analfabetos. En España, hace
40 años un 30% de la población no sabía leer ni escribir. Hay que tener
en cuenta el esfuerzo que han hecho tantos maestros y maestras, a los
que a veces se desanima diciendo que esto es un desastre. Hay mucho que
mejorar, el sistema de formación del profesorado, sus incentivos, pero
yo no acepto la tesis de que España necesita un gran cambio en la
educación porque esto es un desastre".
"No es un desastre. Se
puede hacer mejor pero no es un desastre. No desanimemos con encuestas
de organismos que dicen cosas que a veces no son solamente educativas.
PISA es una evaluación que se hace desde la OCDE, que es una
organización económica que tiene una visión determinada de la educación,
que yo respeto pero yo tengo una distinta. La educación no es hacer
dóciles empleados, sino ciudadanos activos y libres", ha recalcado.
Huir del resentimiento
Gabilondo ha apostado por un futuro pacto educativo, que es
"indispensable; es una demanda social extraordinaria, hay más de un 90%
de los ciudadanos que quiere un pacto social y político sobre educación.
Primero el social, con las comunidades educativas, familias,
profesores, estudiantes, agentes sociales... el pacto ocurrirá, que no
sea como la LOMCE".
El
exministro también abogó para que la educación sirva para huir del
resentimiento y de la venganza. “Sobre el resentimiento no se puede
construir nada, jamás. Nunca hay que olvidar, siempre hay que preservar
la memoria, pero nunca desde el resentimiento”.
Artículo de Eduardo Azumendi en eldiario.es: "La educación no es hacer empleados dóciles, sino ciudadanos activos y libres"
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