La LOMCE desafina: Música deja de ser obligatoria y pierde horas de clase
Ya lo dijo el ministro de Educación, José Ignacio Wert:
"Hay asignaturas que distraen". No es que fuera un secreto en qué estaba
pensando, pero la Música es una de ellas: los profesionales y los
profesores de la materia se sienten "abandonados" por el ministerio. El
Estado se desentiende de la formación musical, la deja en manos de las
Comunidades Autónomas y su voluntad para impartirla y la asignatura
pierde peso con la LOMCE. Además de educativa, la situación puede tener
una variante laboral a partir del próximo curso, cuando la nueva ley
empiece a implantarse en Secundaria: la reducción de horas va a provocar
que sobren profesores de la materia.
La LOMCE
establece tres tipos de asignaturas: troncales, específicas y libre
designación. Las primeras (Ciencias, Lengua, Matemáticas y un idioma
extranjero) son obligatorias en todo el territorio, deben ocupar al
menos el 50% del horario lectivo y son aquellas sobre las que el Estado
ha volcado sus competencias. Las otras dos categorías quedan en manos de
las Comunidades Autónomas. Podrán ofrecerlas o no, y tienen libertad
para determinar cuántas horas a la semana se impartirán.
Las asignaturas "que distraen"
Estas son las
"asignaturas que distraen" de las que hablaba el ministro Wert.
Distraen, según la máxima autoridad educativa, de las "importantes" para
el ministerio —Matemáticas o Lengua— las que te hacen quedar más arriba
o más abajo en los rankings internacionales como
PISA, y las que más ha reforzado Educación. Música ha seguido el camino
inverso: en el tránsito de la LOE a la LOMCE ha dejado de ser troncal en
Primaria (bajo el formato de Educación Artística) y en Secundaria. "La
LOMCE privilegia las asignaturas útiles o ideológicas (Religión) y
menosprecia aquellas que forman en su integridad a las personas", valora
Marta Fernández, jefa del departamento de Música del IES Gaspar Sanz,
de Meco (Madrid).
La situación tampoco es novedosa
para los profesores del sector. "En 15 años de docencia he visto pasar,
una tras otra, diversas leyes educativas y la materia siempre ha ido
perdiendo horario y contenidos, hasta que ahora ha llegado su sentencia
de muerte", explica Fernández.
Como en tantas otras
ocasiones, Educación ha ignorado los dictámenes del Consejo Escolar del
Estado, el órgano consultivo específico para la educación, o del Consejo
de Estado, el máximo órgano de consulta para el Gobierno. El primero
recomendó en su momento que fuera obligatoria. El segundo, que al menos
se asegurara la misma oferta en todo el territorio.
"Puede producirse que un alumno termine su escolarización obligatoria en
España sin haber estudiado la materia en ningún curso", lamentaba la
Confederación de Asociaciones de Educación Musical (COAEM) a través de
un comunicado. Su presidenta, Blanca Domínguez, que también es profesora
de Música, habla de "ignorancia" en la administración al tomar medidas
de este tipo. "Está científicamente demostrado que cuando una persona
hace música, la actividad cerebral que genera va a hacer que mejore en
otras asignaturas", asegura Domínguez. El Parlamento Europeo incluyó la
competencia cultural y artística entre las competencias básicas para el
desarrollo integral de los chicos.
Según los planes
que se van conociendo de las diferentes Comunidades Autónomas, aún en
fase de elaboración pese a que deben implantarse ya a partir de
septiembre, el tratamiento está siendo bastante dispar, explica
Domínguez. Aragón ha optado por hacerla obligatoria en 1º y 3º, Baleares
no asegura su presencia. Castilla y León pierde uno de sus cursos
obligatorios, igual que Murcia, mientras Castilla-La Mancha planea
rebajar la carga horaria. "No puede ser buena tanta disparidad", valora
Domínguez.
Contra sus propias definiciones
Los profesores
creen que Educación ignora incluso las recomendaciones internacionales
(de la UE o la Unesco, por ejemplo), a las que tan a menudo apela para
justificar sus leyes y que incluso ha trasladado al Real Decreto que
determina los contenidos básicos
de Secundaria y Bachillerato. Entre las siete "competencias clave" que
contempla la LOMCE que deben desarrollar los alumnos está la "conciencia
y expresiones culturales". Dicen la UE —y el BOE por extensión— que
"las competencias clave son aquellas que todas las personas precisan
para su realización y desarrollo personal, así como para la ciudadanía
activa, la inclusión social y el empleo". Y la música es la base
fundamental de esta competencia, asegura COAEM.
La
disminución de las horas de clase de Música se trasladará, con toda
probabilidad, a las plantillas de profesores y sus condiciones
laborales. Los sindicatos de momento se muestran prudentes, a la espera
de que las Comunidades oficialicen sus ofertas de asignaturas. "Está
claro que se va a producir un efecto, pero es difícil calcular el
impacto, dependerá mucho de qué asignaturas se potencien más o menos",
explica Paco García, secretario de Función Pública de la Federación de
Enseñanza de CC OO. Lo que García teme es que esta especialización se
basará más en los recursos disponibles actualmente que en criterios de
calidad. Su homólogo de UGT, Miguel Latorre, se expresa en términos
similares: "Habrá disminución de horas, pero dependerá de las
Comunidades".
Más claro lo tiene Fernández, que
dirige el departamento de Música en un instituto. "Tendremos menos horas
que Religión y se perderán puestos. En mi departamento, calculo que
media jornada", explica. No sólo eso. Empeorarán las condiciones de los
que queden. "Tendremos hasta 300 alumnos al año, lo que supone un
agravio comparativo con otros docentes. Los de Lengua, por ejemplo,
pueden tener 100 como mucho", asegura.
Domínguez lo ve parecido. Como, en una de las pocas victorias de la
comunidad educativa en su batalla contra Educación, el Ministerio retiró el polémico decreto
de especialidades docentes por el que pretendía que en última instancia
cualquier profesor pudiera impartir cualquier asignatura, los
profesores de Música no tienen asignaturas afines, no pueden enseñar
otras materias. "Con lo que si faltan horas mucha gente tendrá que
desplazarse de sus centros. En determinadas comunidades se prevén
desplazamientos y supresiones de plazas", vaticina.
Sin embargo, no es esta su principal preocupación. "La mayoría de la
población desconoce cuánto hemos mejorado en cultura musical, cómo los
chicos de hoy aprenden a tocar instrumentos y a conocer –y por tanto
valorar– los distintos estilos musicales. ¿De dónde piensan los
legisladores que va a salir el público que llene los auditorios el día
de mañana?", lamenta Fernández.
Artículo de Daniel Sánchez Caballero en eldiario.es: "La LOMCE desafina: Música deja de ser obligatoria y pierde horas de clase"
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